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Cuando sientes que estas en lo peor, que nunca vas a olvidar a esa persona que tanto daño te ha hecho. Entonces, en ese mismo momento aparece el.
Quizás al principio tan solo era un chico con el que me gustaba estar, pasar el rato, intercambiar miradas y algún que otro beso.
Durante dos semanas la distancia fue nuestro muro. Pero gracias a eso, me di cuenta de que le necesito, de que cada día le quiero más.
Cada gesto, cada mirada, cada caricia... Son momentos que no quiero que terminen.
Estas como en un sueño en el que no quieres despertar nunca. Un sueño en el que solo estamos él y yo.
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