martes, 27 de diciembre de 2011

Y cada día despertarme con un:

Buenos días princesa, he soñado toda la noche contigo. Dábamos un paseo cogidos de la mano sin rumbo.
Solo pienso en ti princesa, pienso siempre en ti, y ahora...

Buenos días, buenas tardes, buenas noches quiero darte.
Contarte como me ha ido todo y aburrirte.
Cenar viendo una peli sin rencores por besarte, y hacerte luego el amor, tantas veces como aguante.
Firmar la alegría, sin papeles de por medio.

El mar y el cielo convirtiendo el mundo en nuestro.
Discutir seguidamente y encontrar siempre el remedio. Mirarnos a los ojos, cada uno es un extremo.
Despellejar toda tu topa, mi objetivo, tu desnudo. Bromear mordiéndote el cuello.
Sin dudar mis sentimientos, querernos hasta ancianos.
Observarte a mi lado y examinar todas tus curvas, seguidamente el saboreo de tu boca.

Saciarnos con placeres, despacito y con amor. Con esfuerzo incomparable, sin parar y sin cansarnos.
Un beso nuestro es un regalo, entre nosotros y en privado.
Me encanta decirte esta frase y que estoy enamorado.

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